Neil Armstrong, biografía y vida

Neil Armstrong

El mundo parece efímero. Los días, meses y años se van sin apenas darnos cuenta y cuando nos fijamos muchos de los ídolos que nosotros seguíamos de jóvenes se han marchado para siempre. Solo los hechos perduran; los recuerdos de lo que en vida hemos sido capaces de hacer son los que inmortalizan a una persona, los que la hacen eterna. Son esos pequeños pasos que damos los que en determinadas ocasiones hacen más grande a la Humanidad. Eso es, probablemente, lo que pasó por la cabeza a Neil Armstrong cuando pronunció su celebérrima frase de «un pequeño paso para un hombre, pero una gran paso para la Humanidad» cuando pisó la Luna por primera vez. Sabía que para él era un paso más en su extraordinaria vida, pero un paso que al fin y al cabo quedaría escrito para siempre en los libros de la Historia de la Humanidad.

Se nos ha ido. Pero no para siempre. Cuando hace unos días, el pasado 25 de agosto, Neil Armstrong se despidió de nosotros para siempre, en vida, dejaba su cuerpo atrás, pero su espíritu, su alma, permanecerá para siempre no solo en la memoria de quienes tuvieron la enorme suerte de estar frente al televisor aquel 21 de julio de 1969, sino para todas las futuras generaciones.

Murió como tantos desearían. Dejando una huella imborrable en la Historia.

Neil Armstrong nació en Wapakoneta, en Ohio, EE.UU., el 5 de agosto de 1930. De descendencia alemana, ya desarrolló desde muy joven una gran afición por la aeronáutica de tal modo que a los seis años ya hizo su primer vuelo en un aparato trimotor y a los quince ya estudiaba para piloto de avión. Nada más recibir una beca de la Marina estadounidense, su afición lo llevó a estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Purdue, aunque durante un tiempo hubo de interrumpir sus estudios para marchar a la guerra de Corea, donde fue reclutado a bordo del USS Essex. Evidentemente, e n aquel portaaviones ru labor era pilotar uno de los cazas con los que llegó a realizar hasta 78 misiones.

Su periodo militar acabó por pasar y sus éxitos en territorio coreano lo llevaron a destacar dentro de la Marina, siendo trasladado a la Nasa, en California, al centro de vuelos Edwards probando nuevos aparatos. Allí adquirió los conocimientos necesarios para ingresar en el año 1952 en la antigua NACA (National Advisory Committee for Aeronautics) que, seis años después, en 1958, acabaríap or convertirse en la conocida NASA (Agencia Estadounidense del Espacio).

Los años de posguerra partieron al mundo en dos bloques, liderados por estadounidenses y soviéticos. Enfrentamiento entre ambos que llevaron más allá incluso de los confines de nuestro planeta. Eran los años de la Guerra Fría y de la Carrera Espacial donde todo valía para derrotar a su enemigo.Era una lucha contra el tiempo para alcanzar nuevos hitos, para lograr nuevos reconocimientos: el primer satélite en ser puesto en órbita, el primer ser vivo en ser lanzado al espacio, el primer humano en lanzarse al espacio, la primera sonda, la primera mujer en ir al espacio…

Fue en el año 1962 cuando Neil Armstrong ingresó en el cuerpo de astronautas de la Nasa, por lo que hubo de trasladarse a El Lago, en Texas, cerca del centro aeroespacial de Houston. Las palabras de J.F. Kennedy en el que prometió al pueblo norteamericano la llegada a la Luna ante que los soviéticos acabarían por marcar su destino. Fueron cuatro años de entrenamiento en aquel centro con pruebas y simuladores de vuelo espacial hasta que comandó su primera misión, la Gemini 8 en marzo de 1966 cuyo objetivo era el acoplamiento a un satélite ya en órbita. Aunque en primera instancia lo consiguió, ciertos fallos técnicos aconsejaron nuevamente el desacoplamiento y el posterior aterrizaje forzoso en pleno Océano Pacífico.

No sería ese su último tropiezo en una misión, pues en 1968 estuvo a punto de perder la vida en un entrenamiento de vuelo, cuando hubo de eyectarse justo antes de que su aparato se estrellara en el suelo.

Su nombre quedaría ligado a la Historia con la misión Apolo 11 de la que fue comandante en lo que sería la primera misión pilotada con destino a la Luna. El avance soviético había sido visible en los últimos meses, y de hecho, los éxitos parecían estar cayendo de aquel bando. Sorprendentemente, Estados Unidos respondió con esta misión cuando nada parecía predecir semejante logro. Quizás éste sea uno de los factores que llevaron a pensar que aquella misión que todo el Mundo vio por la televisión no fuera real.

Sea como sea, el 16 de julio de 1969, Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin salieron en el Apolo 11 hacia la Luna. Solo cinco días después, el 21 de julio, a las 02:56:20, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna y el mundo entero escuchó en directo, expectante, su primera frase en aquel planeta. Tras él, Collins le acompañaría en un paseo de más de dos horas sobre la superficie lunar.

El éxito y el orgullo patrio los llevó a presidir un desfile en su honor por las calles de Nueva York a su regreso de la misión después de que fueran recogidos en el Pacífico por el USS Hornet. Armstrong, además, recibiría por su gesta la Medalla de la Libertad, la condecoración más alta que pueda dársele a un civil y apenas un año más tarde, nombrado viceadministrador asociado de la división aeronáutica de las oficinas centrales de la Nasa en Washington. Un retiro dorado para el hombre de oro americano.

Se retiró de la Nasa en el año 1971 y comenzó su labor docente aquel mismo año en la Universidad de Cincinatti como catedrático de Ingeniería Aeroespacial. Más tarde, desde 1982 hasta 1992 ejercería como Presidente de la compañía Computing Technologies for Aviation, en Charlottesville, Virginia para acabar formando parte de la junta directiva de All Systems en Nueva York.

Desgraciadamente, Neil Armstrong se despidió para siempre de nosotros el pasado 25 de agosto de 2012, a la edad de 82 años.

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