Porlier, el resplandor de la libertad
Juan Díaz Porlier nació en Cartagena de Indias en el año 1788, hijo del mariscal de campo don Esteban Porlier y Asteguieta, marqués de Bajamar y doña Juana Díaz de Pimienta, sobrina del virrey de Cartagena de Indias. Al poco de nacer, fue adoptado por la viuda del virrey y se trasladaron primero a Buenos Aires y después a La Habana, donde fijaron su residencia. Allí recibió la educación esmerada que corresponde a un niño de tan alta cuna.
A punto de cumplir los 14 años, su vena aventurera lo llevó a embarcarse en el navío Neptuno, en el que viajaba también su tío don Rosendo Porlier y Aseteguieta. Gracias a este parentesco y, a pesar de no pertenecer a ninguna orden militar, recibió la formación de guardiamarina.
En 1802, el joven Porlier llegaba a Cádiz a bordo del Neptuno, ciudad donde continuó hasta 1805, recibiendo enseñanzas en la Academia de Pilotos e Intendentes de la Real Armada. Fue entonces cuando su pariente lo reclamó y asumió su tutela. Juntos, estuvieron varios meses en el Caribe, participando en acciones guerrilleras en la isla de la Martinica y en algún combate naval contra los ingleses. En agosto, fueron trasladados al buque Príncipe de Asturias. A bordo de este navío, participaron en una de las batallas más famosas de todos los tiempos: la batalla de Trafalgar, tras la que fue nombrado capitán de infantería y destinado al Regimiento de Mallorca.
Pronto estallaría en España la Guerra de Independencia contra los franceses y Porlier fue nombrado coronel del Regimiento Primero de Granaderos Provinciales. Su unidad fue movilizada para participar en la desastrosa batalla de Gamonal (también conocida como la Batalla de Burgos), silenciada y obviada por muchos, como apaño para disimular la ineptitud de gerifaltes emplumados.
En esa batalla perdieron la vida casi siete mil valientes, pero el recién nombrado coronel Porlier salió ileso y decidió pasarse a la guerra de guerrillas. Rebautizado como «El Empecinado», Porlier lideraba un ejército guerrillero que operaba en Galicia, León y Castilla la Vieja.
El papel de Porlier en la guerra contra los franceses fue vital, puesto que contaba con hombres con un espíritu espartano que siguieron obteniendo victoria tras victoria. Durante seis duros y sangrientos años, luchó con pasmosa fiereza por liberar el país del yugo francés, alcanzando finalmente el grado de Mariscal.
Tras la restauración absolutista, fue encarcelado en 1814 por ser partidario de la Constitución. Entregado a las autoridades por sus propios soldados, sería ejecutado un año después. Así, el 3 de octubre de 1815, Porlier moría en un patíbulo de A Coruña, por haberse pronunciado contra Fernando VII. Tenía 27 años y era Mariscal de Campo.
El apodo no es «EL empecinado» sino «el marquesito».
«El Empecinado» fue otro guerrillero ,Juan Martín Díez, «El Empecinado», nació el 5 de septiembre de 1775 en Castrillo de Duero (Valladolid). Hijo de un próspero campesino, fue labrador (y se conserva su casa en su localidad). A los naturales de Castrillo se les llamaba con el mote de «empecinados», por un arroyo, llamado Botijas, lleno de pecina (el cieno verde de aguas en descomposición) que atraviesa el pueblo y se cree que de ahí le venga el apodo a este personaje.