Groucho Marx, maestro del humor
Dicen que el humor consiste en ubicar un elemento donde no corresponde. Es una definición que encastra a la perfección con el estilo ácido e inteligente que supo desarrollar el actor y escritor estadounidense Groucho Marx. Nació el 2 de octubre de 1890 en Nueva York, su verdadero nombre es Julius Henry Marx; su padre, Sam, oriundo de Francia y su madre, Minnie Schoemberg, era inmigrante alemana judía.
Desde muy joven ingresó al mundo del espectáculo, donde cosechó fama por su sagacidad e inventiva. A los 15 años debutó como cantante solista, y al poco tiempo salió de gira con un show muy simple donde participaban también sus hermanos, Chico, Zeppo y Harpo. Luego integró cuartetos y finalmente participó en teatro de revista.
Su primer éxito fue la obra Los cuatro cocos [Cocoanuts], que se presentó en Broadway durante la década de 1920. Ese fue su pasaporte al cine: en 1921 filmó una película muda titulada Humor risk, de la cual no se conservan copias; y más tarde firmó un contrato con la empresa Paramount, con la cual trabajó en clásicos como Plumas de caballo y Sopa de ganso, entre otros.
Junto con el productor Irving G. Thalberg, los hermanos Marx ingresaron a la Metro Goldwyn Mayer, donde rodaron Una noche en la ópera y Un día en las carreras. Para la década de 1950, cada uno de los tres siguió en solitario, pero fue sin dudas Groucho quien captó el mayor éxito. Sus textos eran verdaderamente increíbles y su programa de televisión Apueste su vida fue un estallido de humor en la pantalla de los Estados Unidos. Podría decirse que fue el paso a la masividad, ya que mucha audiencia joven no conocía su obra teatral ni cinematográfica. Actualmente, su trabajo televisivo sigue siendo de fuerte influencia para los creadores y productores contemporáneos.
Gorucho se casó en tres oportunidades, sus esposas fueron Ruth Johnson (1920-1942), Kay Marvis Gorcey (1945-1951) y Eden Hartford (1954-1969). Tuvo tres hijos, Arthur, Miriam y Melinda. En total filmó 20 películas, sólo hizo seis sin sus hermanos.
Falleció el 19 de agosto de 1977, a los 86 años. Sufría una severa neumonía que terminó arrebatándole la vida. Por pedido propio, su cuerpo fue cremado, las cenizas están guardadas en el Eden Memorial Park. El epitafio de su tumba “Disculpen que no me levante” es una de sus últimas y más geniales ocurrencias.