Rita Hayworth, estrella de la Historia del cine
Probablemente a muchos de vosotros el nombre de Margarita Carmen Cansino no os diga absolutamente nada. Sin embargo, si descubrís que detrás de este nombre tremendamente español se esconde la genial y bellísima actriz Rita Hayworth, la cosa cambie bastante.
Nacida el 17 de octubre de 1918 en la ciudad de Nueva York, donde moriría casi setenta años después, era hija del bailarín sevillano Eduardo Cansino y de Volga Haworth, también bailarina pero de con raíces italianas e irlandesas.
Durante los años 30 comenzó a bailar junto a su padre, lo que llamó la atención de una gran productora: 20th Century Fox, aunque los trabajos que realizó para ellos bajo el nombre de Rita Cansino (escasos y de poca enjundia) hicieron que estos no le renovasen el contrato. Más tarde firmaría con otra de las grandes, Universal Pictures, y sería aquí donde se cruzaría con un hombre fundamental en su vida: Harry Cohn.
Cohn comenzó por cambiarle el apellido de Cansino a Hayworth (el de su madre pero con una “y”) y por teñirla de pelirrojo, lo que sería ya toda una seña de identidad del mito. Ya en los años cuarenta le llegaría el verdadero éxito de la mano de grandes películas como “Sangre y arena» (1941), película con Tyrone Power dirigida por Rouben Mamoulian, “Bailando nace el amor» (1942) acompañada por Fred Astaire o «Las modelos» (1944), junto a Gene Kelly.
Sin embargo, sería en 1946 cuando realmente pasaría a la historia cinematográfica encarnando a Gilda, en la película de mismo nombre dirigida por Charles Vidor y donde le daba la réplica a Glenn Ford, a quien le asestaba una famosísima bofetada (uno de los grandes momentos del Séptimo Arte) y donde interpretaba canciones como “Put the Blame on Mame” o “Amado mío”.
Convertida en una de las grandes estrellas del firmamento hollywoodiense con títulos a sus espaldas como “La dama de Shangai” o “Salomé”, fue también una de las artistas más respetadas durante la época dorada del cine norteamericano y, aún en nuestros días, figura en las listas de las mejores (y más hermosas, erigida en todo un símbolo sexual) actrices de todos los tiempos.