Donatien Alphonse François, el Marqués de Sade
Siempre que hablamos de algún personaje de la historia, nos centramos en su vida, pasando por alto a su familia. Pero para hablar del Marqués de Sade, tenemos que hacer una referencia especial, a su padre el Conde de Sade, que influyó en su personalidad libertina.
El Conde de Sade, pasó su juventud alejado de su familia en París, despilfarrando la mayor parte de su fortuna en fiestas y bailes. Él aspiraba a lo más alto, cortejando a mujeres famosas de su tiempo, como Madame Pompadour o Madmoiselle de Charolais. Pero no solo tuvo relaciones con mujeres, sino también, con hombres jóvenes que se prostituían por las calles de París. Era un hombre culto e ingenioso, que escribía literatura en privado, sin pretensión de publicar. Después de vivir muchas experiencias locas, se casa con Marié-Éléonre, miembro de una familia importante en la sociedad francesa. De esta unión, nace nuestro protagonista, Donatien Alphonse François, más conocido en la historia como el Marqués de Sade.
Nace el 2 de Junio de 1740 en París. Su padre se encarga de su educación, haciendo todo lo posible, para que que mantenga relación con la clase alta de la sociedad francesa y realizando grandes sacrificios, para que no le faltase de nada. Estos actos influyen de forma negativa en el Marqués, haciendo que se desarrolle su personalidad más viciosa.
Sus primeros años de vida los paso junto a su madre, en los lujosos palacios de la familia Conde, en París. Cuando cumple cinco años, su padre decide abandonar esa estancia, para trasladarse al castillo que su familia poseía en Provenza. Este castillo era, sombrío, aislado y lleno de mazmorras, pero le sirvió de escenario para sus futuras novelas. En este lugar, junto a la compañía de las amigas de su padre, paso unos años muy felices pero que empeoraron su personalidad, al mimarlo y consentirlo. Aquí también conoció, la personalidad libertina de su tío el abad Jacques-François, que por la mañana rezaba, por la tarde leía los libros de Horacio y por la noche estaba abastecido de prostitutas.
Al cumplir diez años entra en el colegio Louis-le Grand, un colegio de jesuitas muy prestigiosos. Aquí nació su pasión por el teatro y conoció la sodomía, a través de los castigos que le propinaban los profesores a los alumnos. A los catorce años su padre lo saca del colegio, y lo hace ingresar en el ejército, donde cumplió sus funciones militares, pero donde ya su personalidad viciosa se empezaba a deslumbrar. Con la finalización de su época militar, su padre le obliga a casarse con Renée- Pélagie, una joven poco agraciada, pero que tenía un buena posición económica.
Una vez casado, regresa a París y comienza una vida supuestamente normal. Se gana el afecto de su suegra, una mujer estricta, y su mujer se queda embarazada al poco tiempo. Pero a los tres meses empiezan sus detenciones, por sus actos escandalosos. Su primera detención, se produce por las declaraciones de una joven, con la que había realizados algunos actos de sacrilegio, y le llevó a pasar quince días en la cárcel. Gracias a la influencia de su suegra, es puesto en libertad.
Pero el verdadero escándalo, se produce por la acusación de la joven Rose Keller, por la realización de un acto de sadismo en Alcueril, donde se practicaron azotes, cortes, cera incandescente…..Esto le llevó a pasar otros 7 meses en la cárcel y como era de esperar, sale gracias a su suegra preocupada más, por evitar el escándalo que por ayudarlo. Como consecuencia de todo estos suceso, la prensa francesa y la extranjera, se ceban con sus escándalos y es en este momento cuando empieza a surgir la leyenda del Marqués de Sade, como signo del mal.
Por todos los hechos acontecidos, el rey le obliga a recluirse en su residencia de La Coste. Pero en uno de sus permisos organiza, con ayuda de su criado, una orgía con unas cuantas prostitutas. En este acto, da a dos de ellas, unas pastillas de anís que contenían un afrodisíaco, pasándose con la dosis y dando como resultado, que estas saliesen intoxicadas. Es acusado de asesinato, pero huye a Italia con su cuñada, con la que mantiene un lío amoroso, pero en un descuido es apresado y encarcelado nuevamente
Tal es su obsesión por ser libre que logra huir de la cárcel y durante una larga temporada vaga de un lugar a otro siendo su mujer, la que se encarga de todos sus asuntos económicos y dando muestra de su amor por él. En este tiempo no deja ni un solo instante su lado más perverso y continua realizando orgías y actos de sadismo. Pero se ve obligado volver a Francia, donde es nuevamente apresado y conducido a la cárcel de Vincennes. Aquí pasa seis largos años de su vida, y es en está época cuando empiezan a fraguarse sus novelas. Sale en libertad al estallar la Revolución Francesa, pero sufre bastantes apuros económicos, que solventa gracias a la publicación de sus novelas, «Los120 días de Sodoma«, «Justine«, «Filosofía en el tocador» y «Juliette«.
Por culpa de las aberraciones sexuales relatadas en «Juliette», es condenado y encerrado nuevamente en el manicomio de Charenton hasta el día de su muerte, el 30 de noviembre de 1814, a la edad de 64 años.