Édouard Manet, el pintor de la vida moderna

Manet

Édouard Manet nació el 23 de enero de 1832 en París, en el seno de una familia acomodada. Su padre deseaba que su hijo fuera abogado, pero las calificaciones de Édouard no eran muy esperanzadoras. Cuando cumplió dieciséis años se embarcó hacia Río de Janeiro como marinero en prácticas, aspirando a ingresar en la Academia Naval Francesa, pero luego descubrió que su pasión estaba en el arte.

A duras penas, su padre tuvo que aceptarlo y hacia 1850 ingresó al taller de Thomas Couture, donde estuvo varios años, a la vez que visitaba el Louvre para estudiar a grandes artistas como Tiziano, Rembrandt, Velázquez, Goya, etc. Pero Édouard Manet no se limitó a ellos, pues también le inspiraron los grabados japoneses, lo cual patenta el carácter ecléctico de Manet. Esta fue una de las razones por la cual dejó el taller de Couture y se dedicó a viajar por Italia, los Países Bajos, Alemania y Austria.

En 1856 abrió su propio taller junto a su colega Albert de Balleroy. En 1861 pintó Guitarrista, obra que fue aceptada en el Salón de París. Al año siguiente comenzó a proyectar su primera gran obra maestra: Desayuno sobre la hierba, para la cual posó desnuda Victorine-Lousie Meurent, su modelo favorita. La obra fue rechazada en el Salón de París, pero acabó formando parte en el famoso Salón de los Rechazados de 1863, donde provocó un gran escándalo. Baudelaire fue el primero en salir en su defensa. Ese mismo año, Manet se casó con Suzanne Leenhoff.

El mayor escándalo se provocó en 1865 su obra Olympia. Victorine Meurent había vuelto a posar para representar a una cortesana, metáfora de la gran ciudad moderna y el capitalismo de aquel entonces. Manet no construyó un cuerpo deseable, sino que lo llevó a un lugar de provocación tomando como modelo la Venus de Urbino de Tiziano y realizando cambios simbólicos, como por ejemplo, en lugar de un perrito (símbolo de fidelidad), él pintó un gato negro (símbolo de brujería, prostitución, inmoralidad). Críticas y caricaturas que ridiculizaban a Manet y a sus obras llenaron los periódicos. De hecho, aquel gatito negro causó tanta impresión que el artista fue llamado «El pintor de los gatos».

Olympia

Olympia

Para 1867, Manet se centró en una serie de obras de contenido político, como el Fusilamiento de Maximiliano I de México. Al estallar la guerra franco-prusiana Manet se enrola en la Guardia Nacional con el rango de teniente y tras la declaración del armisticio, fue elegido en la federación de los artistas de la Comuna. Los episodios de la guerra civil le inspiraron una serie de grabados.

Para ese entonces, ya tenía una amistad con Claude Monet y Manet adoptó algunas técnicas impresionistas, aunque se rehusaba a participar en las exposiciones colectivas de este grupo de artistas. En 1975 realizó una serie de dibujos para ilustrar una edición del poema El Cuervo, de Edgar Allan Poe.

Hacia 1880, la salud de Manet se deterioró debido a un problema circulatorio crónico. Sin embargo, continuó pintando. Su obra El bar del Folies Bergère, de 1882, es quizás una de las más maravillosas que atestigua la vida nocturna de París. Hay tanto para decir acerca de esta pintura que necesitaríamos un artículo aparte. Lo que cabe destacar es que esta obra nos propone que la pintura miente: vemos de frente a la camarera y el salón del bar reflejado en el espejo, proporcionándonos la sensación de ser parte de la escena.

Ese mismo año algunas de sus obras alcanzan un notable éxito en el Salón, pero su salud se debilitó. Al año siguiente, Manet no tiene más opción que guardar reposo permanente. Su enfermedad le impedía coordinar los movimientos y tuvo que sufrir la amputación de su pierna izquierda. El 30 de abril de 1883 falleció a los 51 años de edad. Al años siguiente, 159 obras de Édouard Manet fueron adquiridas en una venta en el Hôtel Drouot donde acudieron los pintores impresionistas. Su polémica y hoy afamada Olympia no fue comprada.

Foto vía: abcgallery y wikimedia

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