Benjamín Franklin, científico y político estadounidense
Benjamín Franklin nació en Boston, Estados Unidos, un 17 de Enero de 1706. Su familia era numerosa, el, era el decimoquinto hermano. Desde temprana edad, sus padres lo introdujeron en el South Grammar School, donde tuvo lugar su formación hasta los diez años de edad. Tiempo después, con solo quince años de edad, obtuvo su primer puesto laboral en el New England Courant, un periódico independiente fundando por su hermano James Franklin.
Aquí, bajo el sobrenombre de Silence Dogood, Franklin comenzó a redactar sus primeros artículos, los cuales reflejaban fuertes criticas a las autoridades de la época. Su popularidad y destreza en este ámbito, lo llevaron, posteriormente, a fundar su propio periódico titulado La Gaceta de Pensilvania.
Mas allá del interés por la escritura y la ciencia que Benjamín Franklin demostraba, también cumplió un papel importante dentro de la política. Lucho por la independencia de América del Norte, redacto junto a Jefferson y J. Adams, destacados hombres de la época, la Declaración de la Independencia, y parte de la Constitución Nacional, y fue elegido para viajar a Francia en busca de apoyo militar.
Francia, sin dudas, logro expandir los conocimientos que el joven científico poseía hasta el momento. Fue aquí, donde Franklin concibió uno de sus mas singulares inventos, el pararrayos, que por supuesto, lo llevarían a ganarse un lugar en la historia. Su experimento consistió, durante un día de tormenta, en remontar un barrilete compuesto de una estructura de metal, al cual ato un hilo de seda y una llave en su extremo. Los rayos que chocaban contra el barrilete generaban corriente eléctrica, y esta, cargaba la llave de electricidad, lo cual resulto ser un éxito para Franklin.
Por supuesto, este avance dentro del campo científico no supuso el retiro de Benjamín, sino al contrario, le llevo a desarrollar nuevos inventos y conclusiones, por ejemplo, sobre los cambios climáticos en el Atlántico Norte, y además, le genero prósperos ingresos económicos, fruto de la comercialización de sus artefactos.
Su carácter, capacidad y sobresaliente talento, le permitieron también llevar a cabo la instalación, en Filadelfia, de un cuartel de bomberos y una escuela publica y en Pensilvania, una Universidad, entre otras instituciones.
Finalmente, luego de haber llevado una vida al servicio de su país, Benjamín Franklin fallece en la ciudad de Filadelfia, un 17 de Abril de 1790. Dentro de sus mayores logros, podemos decir que fue uno de los pocos hombres americanos que lograron ser reconocidos en Europa durante su época y que realizo innovadores aportes a la ciencia. Actualmente, su rostro se encuentra impreso en todos los billetes de cien dolares que recorren el mundo.