Alfred Nobel, creador de la dinamita

Alfred Nobel

Alfred Bernhard Nobel nació en Estocolmo, Suecia, un 21 de Octubre de 1833. Su niñez y juventud transcurrió en Rusia, específicamente en San Petesburgo, ciudad a la que se había mudado junto a su familia a los nueve años de edad. Allí, realizó sus estudios y su padre puso en funcionamiento una fábrica de armamentos que finalmente quebró en 1859.

Después de cuatro años, Nobel regresa a Suecia y continúa con sus investigaciones en el campo de los explosivos. Pero fue la trágica muerte de su hermano, Emilio Nobel, y otras cuatro personas mas, durante una explosión lo que impulsaron a Nobel a desarrollar uno de los inventos con los cuales pasaría a la historia, la dinamita. Un explosivo plástico resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso (tierra de infusorios o kieselguhr), con lo que se reducían los riesgos de accidente.

Este descubrimiento, y otros posteriores como la gelignita (1875), la balistita (1887) o los detonadores para controlar explosiones, fueron de vital importancia  para la construcción, la minería y la ingeniería, pero también para la industria militar.

Como era de esperarse, Nobel patentó cada uno de sus inventos y abrió compañías para fabricarlos, llegando a comercializarlos también en Norteamérica y acumulando con ello una gran fortuna.

Más allá del éxito económico, con el tiempo Nobel comenzó a sentir culpa por el mal y la destrucción que sus inventos pudieran haber causado a la Humanidad en los campos de batalla. En consecuencia, decidió inaugurar en 1900 una sociedad filantrópica  titulada “La Fundación Nobel”, a fin de otorgar una serie de premios anuales, los conocidos «Premios Nobel«, a las personas que más hubieran hecho en beneficio de la Humanidad en los terrenos de la física, química, medicina, fisiología, literatura y la paz mundial, y a partir del año 1969 también en la economía.

En su testamento, redactado en 1895, Nobel cedió la increíble suma de 33.000.000 coronas a un fondo con el que se premiaría a las mentes mas destacadas en las materias previamente mencionadas. Su familia, solo recibió 100.000 coronas.

Su vida terminó a causa de un paro cardiaco el 10 de diciembre de 1896 en San Remo, Italia. Tras su muerte se descubrió una obra titulada «Némesis«, redactada por el mismo Nobel, que género gran polémica debido a su violento contenido que contradecía sus principios luteranos con los cuales se crió.

Dicho trabajo desapareció a manos de un pastor sueco durante su paso por París, y sólo se logró conservar un volumen que fue traducido al francés en el 2008.

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