Christine de Pisan, la primera feminista
Christine de Pisan (o Cristina de Pisa) fue una humanista, escritora, pintora y pensadora medieval que abogó por los derechos de la mujer. Nació en 1364 en Venecia pero se crió en la corte francesa, puesto que su padre era consejero y médico del rey Carlos V, de quien posteriormente escribió su biografía. Vivir en la corte francesa le brindó la posibilidad de acceder a una completa educación (la enorme Bibliothèque Royale, por ejemplo). Contrajo matrimonio con el secretario de la corte, Étienne du Castel, con quien tuvo tres hijas. Pero luego de diez años de matrimonio, enviudó por culpa de la propagación de la peste.
Con veinticinco años, Christine tuvo que enfrentar una situación económica bastante complicada debido a ciertos engaños respecto a su herencia. Mientras tanto, no se quedó de brazos cruzados y, al mismo tiempo que pleiteaba para recuperar parte de su patrimonio, se dedicó a la escritura. Comenzó escribiendo baladas de lamentación por la muerte del amado y luego se centró en temas relacionados con la historia, la política y la cultura de su época.
A principios del siglo XV un incipiente Humanismo despertó el interés de los intelectuales, entre ellos, Christine de Pisan, quien trató como nadie el tema de la mujer y su condición en obras como «Cartas de la Querella del Roman de la Rose» (1398-1402), donde critica al escritor Jean de Meun, quien había atacado duramente a las mujeres en su obra «Roman de la Rose». Este hecho impulsó lo que durante el Renacimiento se conoció como la Querelle des Femmes, un movimiento de defensa de la mujer.
En 1405 llegó la obra más famosa de Christine de Pisan: «La Ciudad de las Damas«, una réplica a «Des Claris Mulieribi» de Boccaccio, a quien acusaba de misógino al igual que a Jean de Meun. «La Ciudad de las Damas» fue quizá el primer alegato feminista de la historia. En ella realiza una fuerte apología de la mujer basándose en personajes femeninos célebres de la historia y la mitología de todas las condiciones conocidas: reinas, princesas, sirvientas, campesinas, guerreras, madres, hijas, santas, etc.
En 1407 estalló la guerra civil en París y en 1411 Christine huyó de la capital del reino para refugiarse en el convento de Poissy con su hija, donde murió en 1430 a los sesenta y seis años.
Christine de Pisan fue una de las tantas mujeres excepcionales que la Historia oficial suele olvidar. Se la considera la primera escritora profesional, pues luego de enviudar consiguió mantener a sus tres hijos, a su madre y a su sobrina gracias a sus propias obras.
Otros nombres destacados del Feminismo son: