Barack Obama, primer presidente negro de EEUU
Barack Hussein Obama, actual presidente de los Estados Unidos, es sin duda el hombre del año. Este joven y demócrata abogado de 47 años es el primer afroamericano que accede a la presidencia de los Estados Unidos de América. Nacido un 4 de Agosto de 1961 en Honolulu, Hawaii, sus padres, Barack Hussein Obama, keniata de nacimiento, y Shirley Ana Dunham, de sangre irlandesa pero nacida en Kansas, se habían conocido en dicha ciudad. Pero sólo pasaron dos años juntos con el pequeño Barack pues el padre los abandonó para irse a vivir a su Kenia natal.
Después de vivir con su madre unos años en Indonesia, se trasladan a Nueva York, donde Barack, buen estudiante, terminó sus estudios de leyes en la Universidad de Columbia en 1983. Mas tarde se instaló en Chicago donde abrió un despacho de abogados. Por cierto, tiene publicados dos libros; el primero en 1995, su autobiografía con el titulo «Los sueños de mi Padre«, y el segundo en el 2006 con el título «La audacia de la Esperanza«, ambos convertidos en éxito de ventas.
En cuanto a su carrera política, ésta es joven pero intensa. Primero fue elegido diputado por el distrito de Illinois, y mas tarde senador en el mismo distrito. Tiempo después, y tras vencer a 6 candidatos demócratas en una emocionante y reñida campaña electoral, Barack Hussein Obama se convirtió en el 44º Presidente de la nación mas poderosa del mundo, EE.UU., el 20 de enero de 2.009.
Mucho tiene que ver con este ascenso su aspecto de hombre noble, sus elegantes maneras y su sonrisa encantadora que le hace aparecer como alguien muy cercano y acogedor. Dotado además de un gran poder de oratoria, sus ideas expresadas con gran claridad supieron llegar a la conciencia de millones de electores que le dieron su confianza y su voto. Y no es de extrañar ya que Obama es un hombre joven, aparentemente abierto al dialogo, que intenta poner un poco de orden en su país y que promulga su intención de unir en vez de dividir.
Beneficiado también en su carrera política por el caos económico mundial y por las necesidades de cambios radicales en las políticas económicas, Obama se ha convertido en la esperanza, quien sabe si cierta, para sentar las nuevas bases de unas medidas que aligeren esta crisis financiera.
Sólo el tiempo será capaz de decidir y dictaminar sobre la validez de este Presidente, pero sin duda, su éxito o su fracaso vendrá marcado por su política económica, así como por su carácter más conciliador en materia de relaciones internacionales.
